Ye Chen utilizó su sentido espiritual para examinarlos y frunció el ceño. Descubrió por sus auras que todos ellos eran expertos del sexto nivel del reino de la Apertura Estelar.
Anteriormente, como un experto del séptimo nivel del reino de Integración Dao, apenas podía combatir contra un experto del quinto nivel del reno de la Apertura Estelar.
Aunque ahora había alcanzado el noveno nivel del reino de Integración Dao, no tenía ninguna posibilidad de derrotar a cinco expertos del sexto nivel del reino de la Apertura Estelar.
En el momento en que los cinco aparecieron, Ye Chen blandió la Espada de la Bestia Podrida, listo para atacar en cualquier momento.
Cuando los cinco vieron a Ye Chen, se sorprendieron ligeramente. Luego, una sonrisa apareció en sus labios.
—Pensé que alguien había entrado. No esperaba que fueras tú, Ye Chen —dijo uno de ellos.
—Hay un camino al cielo, pero no quieres caminarlo. No hay puerta al infierno, pero entraste —se mofó otro.
