La mirada de Ye Chen finalmente se posó en el ataúd de piedra frente a él.
Aunque la formación estaba rota, el aura que emanaba del ataúd de piedra hacía temblar a Ye Chen de miedo.
El propietario de este lugar era muy probablemente un experto extremadamente poderoso cuando estaba vivo.
¿Reino de la Puerta Sellada o Reino del Gran Vacío?
Ye Chen extendió su mano. La curiosidad lo hizo querer abrir el ataúd de piedra. Sin embargo, en ese momento, se escucharon pasos detrás de él.
Ye Chen se volvió y vio que otros cultivadores finalmente habían llegado.
—¡Aquí!
—Rugieron. Cuando vieron la figura de Ye Chen, sus ojos se pusieron rojos.
Uno por uno, gritaron y corrieron hacia él. Todos sabían que Ye Chen poseía una gran cantidad de tesoros, y sus poderosas auras estallaron.
Al ver esto, Ye Chen no dudó y sostuvo la Espada de la Bestia Podrida en su mano.