—¡Mo Lingzi, arrodíllate! —Las palabras de Ye Chen hicieron que todos los presentes entraran en pánico.
Las caras de Yin Che y Bai Zhentang se pusieron pálidas.
¿Qué diablos estaba haciendo Ye Chen?
¿Realmente quería que Mo Lingzi se arrodillara?
¿Tenía un deseo de muerte?
¡Mo Lingzi podría matar fácilmente a Ye Chen!
Además, el estatus de Mo Lingzi era noble y él era el subordinado del legendario Emperador Demonio!
¿Quién se atrevería a pedirle que se arrodillara?
¡En todo el Continente Lingwu, nadie tenía las calificaciones para hacerlo!
La expresión de Long Yitian era aún más feroz. Realmente tenía que ceder ante Ye Chen. ¡La arrogancia de este chico estaba a otro nivel completamente!
Sin embargo, esto también arrastraría a la Secta Luna Mística hacia abajo.
Suprimió la ira en su corazón y le dijo a Yin Che y Bai Zhentang —Ahora que las cosas han llegado a esto, solo podemos atacar juntos.
