—¡Esperamos encontrarte un día!
—Espero que cuando nos encontremos, ya hayas alcanzado la cima del Continente Lingwu!
—Además, ¡debes tener cuidado con la Sala de las Almas!
—El aura de este experto del Reino de la Puerta Sellada es extraña. ¡La Sala de las Almas definitivamente es una amenaza para el Continente Lingwu!
—¡Recuerda que siempre serás nuestra esperanza! ¡Sobrevive!
En un instante, los tres Budas dorados se destrozaron.
Zhu Mie, Jiu Wu y Xiao Yao desaparecieron completamente.
¡Los ojos de Ye Chen estaban brumosos!
¡Miraba furiosamente al fantasma de la túnica negra!
No importaba quién fuera la otra parte, quería vengarse de esta persona y de la Sala de las Almas.
Delante de él, solo el Divino Deidad Domador de Bestias aún luchaba por mantenerse en pie. ¡Su figura era extremadamente tenue!
Miró al Ojo Demoníaco, queriendo comunicarse con él, ya que era lo único que ahora podía salvarlo.
Sin embargo, descubrió que el Ojo Demoníaco estaba dormido.
