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—Ye Chen lanzó una mirada fría al cadáver de la bestia gigante frente a él y frunció el ceño. Las bestias demoníacas habían estado actuando de manera extraña, y lo habían atacado repetidamente en un frenesí.
Al principio, Ye Chen había utilizado su velocidad para deshacerse de ellas e ignorarlas, pero después de ser atacado repetidamente, Ye Chen finalmente atacó y mató a una.
Sin embargo, incluso así, no disuadió a las bestias demoníacas circundantes. El agudo sentido espiritual de Ye Chen detectó que muchas más bestias demoníacas todavía se estaban acercando a él.
Estas bestias demoníacas no representaban una amenaza para él, pero sí para Wu Xing. Imaginando que ella estuviera rodeada por estas bestias demoníacas, Ye Chen no pudo evitar preocuparse.
—¿Podría ser por los cambios en el reino secreto? —murmuró Ye Chen para sí mismo.
De repente, agitó la mano y un velo transparente envolvió su figura. Su aura se hizo gradualmente etérea.
Era la Gasa de Polvo Lunar.
