Ye Chen estaba atónito. Podía intuir la importancia del anillo de almacenamiento por el tono de la otra parte.
¿Podría ser que Chen Ling le hubiera dado algo increíblemente valioso?
—Todavía no conozco tu verdadera identidad… —Ye Chen dudó durante unos segundos.
Tan pronto como terminó de hablar, la lápida parpadeó y una figura apareció frente a Ye Chen en un instante.
Era un joven cuyo cuerpo entero emitía un aura intimidante.
—No quería decirte mi identidad porque para mí no eres digno.
—Pero ahora, he cambiado de opinión.
—Sin embargo, aún no te diré mi nombre. Solo necesitas saber que soy conocido como Divino Deidad Domador de Bestias!
¿Divino Deidad Domador de Bestias?
Ye Chen se sorprendió cuando escuchó estas palabras. Alguien con el título de Deidad Divina tendría que haber alcanzado al menos el reino de la Apertura Estelar.
—Solo quiero ese anillo de almacenamiento —dijo el Divino Deidad Domador de Bestias al ver que Ye Chen aún no había reaccionado.
