El dedo de Ye Chen estalló con una luz deslumbrante. En ese momento, el Señor Demonio Sediento de Sangre de repente sintió una sensación de peligro.
—¡Retirada!
El Señor Demonio Sediento de Sangre había querido continuar atacando, pero confió en sus instintos y se retiró sin dudar.
—¡Boom!
El poder del tiempo descendió de repente y golpeó el pecho del Señor Demonio Sediento de Sangre.
—¡Puchi!
El Señor Demonio Sediento de Sangre escupió un bocado de sangre, y el poder del tiempo continuó erosionando su fuerza vital.
Afortunadamente, el Señor Demonio Sediento de Sangre se retiró rápidamente. De lo contrario, este ataque habría sido suficiente para herirlo gravemente.
Ye Chen sintió lástima. Si las cosas hubieran salido según el plan, el Señor Demonio Sediento de Sangre no tendría fuerzas para seguir luchando.
Las leyes temporales eran de primer nivel, y su poder era naturalmente evidente.
