Ye Chen observó cómo la figura desolada de Chen Zhifan desapareció gradualmente en la distancia. No pudo evitar suspirar. Un orgulloso hijo del cielo que había creado incontables leyendas en las Montañas Kunlun, y era venerado por decenas de miles de personas en las Montañas Kunlun, había desaparecido ahora. El Continente Lingwu no era tan simple como él pensaba.
Incluso alguien tan fuerte como Chen Zhifan había sido aplastado por él. Después de todo, no todos tenían una existencia que desafía al cielo como el Cementerio Samsara.
Ye Chen sacudió la cabeza impotente. No importa en qué tipo de situación se encontrara, ¡avanzaría y nunca retrocedería!
Este era su camino y su creencia. No importaba lo que sucediera en el Continente Lingwu, él nunca se echaría atrás.
Una vez que obtuviera la Tableta de Reencarnación y activara su Linaje de Reencarnación, estaría calificado para luchar contra Ling Yun y podría salvar a Ji Siqing y Xia Ruoxue.
