—¡Entra! —Una voz profunda provino desde detrás de la puerta.
Al segundo siguiente, la puerta se abrió, y una cantidad infinita de energía espiritual surgió hacia fuera.
El anciano soltó un largo suspiro y caminó cuidadosamente hacia adentro.
Sin embargo, cuando llegó al interior, se encontró con innumerables rayos del Divino Rayo del Dao Celestial enroscándose a su alrededor.
Un enorme dragón divino yacía en las profundidades. ¡Su aura era extremadamente impactante y aterradora!
Lo que era aún más aterrador era que un hombre misterioso estaba sentado con las piernas cruzadas sobre el dragón divino aterrador.
El hombre no abrió los ojos. —¿Por qué me molestas? —preguntó con calma.
La cara del anciano estaba extremadamente pálida. Con un plop, se arrodilló.
—Hace pocos días, alguien despertó el Cuerpo de Veneno Innato.