Ye Chen echó un vistazo a Ji Lin, quien aún estaba inconsciente. Su rostro ahora estaba sonrosado y rosado, pero a pesar de que el veneno del alma había sido curado, no mostraba signos de recobrar la conciencia.
Lo único que Ye Chen podía hacer ahora era esperar pacientemente. Al mismo tiempo, tenía que pensar en su próximo curso de acción.
El Palacio Inmortal del Espíritu, el Clan Espíritu de Sangre y la Sala de las Almas eran todos enemigos problemáticos. Afortunadamente, su cosecha reciente fue extraordinaria, y una vez que lograra refinar suficientes guardianes títeres, tendría una fuerza equivalente a la de una secta a su disposición.
—Maestros, pueden usar los artefactos de grado Integración Dao y los artefactos de espacio-tiempo. Sin embargo, si me encuentro en peligro, usaré algunos de ellos para detonarlos y destruir a mis enemigos.