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Tío Li le dio al Tío Zheng algunas píldoras medicinales y luego desapareció rápidamente. Parecía que estaba utilizando alguna técnica secreta para ocultarse en las sombras y continuar protegiendo a Beigong Ziyu.
Aunque el Tío Zheng, Wang Qi y los demás no murieron, resultaron gravemente heridos.
—Eh, maestro, ¿está recolectando los despojos de la guerra? —Beigong Ziyu miró fijamente a Ye Chen, quien estaba recogiendo los despojos de guerra. Estaba atónita. ¡Su velocidad para saquear cadáveres era tan rápida!
—Parece que el maestro definitivamente fue un personaje despiadado en ese plano marcial de bajo nivel del que proviene.
—Debe haber salido de una montaña de cadáveres y un mar de sangre. Esta vez, iremos al territorio de la Raza del Alma con el maestro. ¡Hmph! Quiero ver si esos jóvenes de la Raza del Alma aún se atreven a despreciar a los miembros de mi Familia Beigong.
