—Señorita Ye Luo, creo que debería investigar su identidad. Por lo menos, creo que su trasfondo y estatus no son simples —dijo él.
—Quizás sea de estatus noble, nacida en una gran familia en un reino marcial de alto nivel y sea una genio no descubierta. ¡Su estatus podría ser incluso más alto que el de la Señorita Ji Siqing!
—Si investiga…
—Tal vez podría regresar a sus orígenes y podría ser capaz de ejercer la autoridad de la familia o de la secta para ayudar al Maestro de la Sala —concluyó.
¡Ayudaría al Maestro de la Sala!
Ye Luo solo tuvo que escuchar estas pocas palabras antes de que su expresión cambiara a una de determinación y propósito.
Era como si hubiera visto el cielo despejado después de que las nubes se disiparon. Ya no dudaba y dijo con firme confianza: