No muy lejos, un cuchillo corto apareció en la mano de Jiang Song, y lo presionó contra el cuello de Xia Ruoxue.
¡Solo un movimiento bastaría para terminar con la vida de Xia Ruoxue!
—Ye Chen, si te atreves a tocar a mi hermano mayor, la señorita Xia morirá —amenazó Jiang Song.
En ese momento, Xia Ruoxue no entró en pánico en absoluto. En cambio, miró a Ye Chen con sorpresa.
¿Por qué estaba él aquí?
¿Estaba aquí para salvarla?
Xia Ruoxue miró a su alrededor nuevamente. Cuando vio el horrible estado de los cadáveres, sus ojos se llenaron de miedo.
¿Podría ser que Ye Chen haya hecho todo esto?!
Jiang Song vio que Ye Chen no hablaba y continuó —Sé que eres muy fuerte, pero estás aquí para salvar a esta mujer, así que es mejor que no actúes imprudentemente. Solo somos vidas baratas, pero la señorita Xia es la noble hija de la familia Xia de la provincia de Jiangnan. Deberías conocer muy bien su valor.
Ye Chen no mostró expresión. Él suspiró.