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Cuando el Rey Demonio del Destino vio las acciones de Ye Chen, sus ojos se llenaron de burla.
—¿Cómo podría bloquear este ataque solo con sus manos? —se burló.
—¿Qué importaba si su cuerpo físico era fuerte? ¡Esto era algo que pertenecía al Clan Espíritu de Sangre!
¡El plano donde se encontraba el Clan Espíritu de Sangre no estaba en el mismo nivel que las Montañas Kunlun! El plano del Clan Espíritu de Sangre era un plano marcial de nivel medio, ¡o incluso uno de nivel alto!
Esta era también la razón principal por la que los cultivadores y las bestias demoníacas de las Montañas Kunlun temían al Clan Espíritu de Sangre. A pesar de esto, ¿Ye Shitian pensó que podría usar sus manos desnudas para resistir este artefacto inmortal?
—¡Loco! —exclamó.
Ye Chen apretó sus puños. La energía demoníaca y de sangre que emanaba a su alrededor se condensó en sus manos, y su intención de matar estalló al extender ambas manos hacia el inminente artefacto inmortal.
—¡Boom!
