—¿¡M—Marlon?! —Penny se asustó cuando su hijo mencionó ese nombre porque había sido maltratada por ese viejo cada vez que intentaba abrir la boca.
Estaba tan mal que decidió actuar como un robot. Sabía que no tenía sentido halagarlo de todos modos, ya que Marlon probablemente moriría pronto.
—Sí, vas a conocerlo y decirle lo que acabas de decir. Quiero ver la angustia en su rostro —dijo Henry.
Abrió a patadas la puerta de Marlon y vio que el viejo todavía estaba sentado en la cama con terror en su rostro. Parecía distraído porque le tomó un momento levantar la cabeza.
Se llevó otra sorpresa cuando Henry irrumpió arrastrando a Penny, que parecía desaliñada y asquerosa. Estaba tan sucia que Marlon pensó que Henry traía a un vagabundo del exterior.
—¿Qué pasa con tu reacción, Marlon? Parece que has visto un fantasma. Esta es tu amante, ¿recuerdas? —Henry sonrió cuando vio la reacción de Marlon.