—Me iré, no te preocupes —dijo Henry con calma—. Gracias por quedarte en la mansión de Vernon para la seguridad de nuestro bebé, y por favor no olvides que seguiré esforzándome para que podamos reencontrarnos...
—Eso nunca sucederá —interrumpió Kate—, esperando que todo tipo de rechazo fuera suficiente para Henry.
Pero él era mucho más terco de lo que ella pensaba.
—Solo el tiempo lo dirá —dijo Henry con una sonrisa confiada—, que la tomó por sorpresa. Henry aprovechó la oportunidad para tomar la mano de Kate y la besó suavemente—. Katherine, tú eres mi única. Por favor, recuérdalo.
Le tomó un momento a Kate darse cuenta de lo que acababa de pasar. Rápidamente retiró su mano y gritó, —¡Vete!
—Henry se levantó y sonrió a su amada—. Cuídate aquí. Yo me encargaré del trabajo en nuestras empresas. Después de todo, lo construí para nosotros, para que podamos tener un gran futuro juntos.