—Ella —Henry tragó saliva dura—. Su tren de pensamientos corría locamente mientras seguía pensando en la posibilidad de que estuviera mintiendo o diciendo la verdad.
Podría mentir y decir que todo estaba bien, y que Sarah pasó página fácilmente.
O podría decir la verdad y decir que esa perra estaba loca y probablemente haría daño a Kate y a Dahlia. Sarah era un factor importante pero impredecible en su destino en este momento.
Si podrían permanecer en su caparazón para siempre o no dependía de esa mujer, si Sarah le contaba a Marlon y a todos sobre la anulación... Henry tenía que prepararse para lo peor.
—Henry, respóndeme —exigió Kate.
«Debo mentir, necesito mentir...» se dijo Henry. Pero entonces se dio cuenta de que la seguridad de Kate estaba en juego. Si no sabía lo peligrosa que era Sarah, podría haberse vuelto demasiado vulnerable si Sarah de alguna manera se acercaba a Kate.
Henry apretó los dientes.
Sabía que Kate lo odiaría por esto, pero esto era por su seguridad.