[Recomendación de canción: Billie Eilish - All the Good Girls Go to Hell.]
—¿Él no me va a cargar? —preguntó Erin—. O sea, apenas me estoy cubriendo ahora mismo, ¡y estoy usando un tacón alto! ¿Crees que voy a caminar hasta esa cabaña? ¡Oh, de ninguna manera!
—¿Qué tal si la cargo en mis brazos, señorita? Seguramente no le importa, ¿verdad? —respondieron los hombres fornidos.
Erin miró al fornido hombre que ofreció cargarla.
No era nada mal parecido.
De hecho, su fuerte brazo debía de sentirse bien para ella.
Así que asintió:
—Está bien, cárgame hasta la cabaña. No te preocupes por el señor Grant, le diré que ustedes dos solo están haciendo su trabajo. Él me obedece al 100%.
—… de acuerdo, señorita.
Henry estaba sentado en una mesa de caoba con una cena privada a la luz de las velas preparada para Erin. Quería que fuera perfecto para que Erin no sospechara nada.