—¿Tú… tú quieres que amenace con renunciar solo porque tú no acaparas toda su atención todo el tiempo?
—Sí, no te preocupes por eso, hermana. Eres muy importante para esa empresa, ¿verdad? Apuesto a que Henry te impedirá marcharte porque eres la línea de vida de la empresa como Jefa de Redacción —dijo Erin.
Kate se quedó atónita ante la petición de Erin. Esta tenía que ser la petición más ridícula que había tenido nunca, y Kate no tenía intención de hacer lo que Erin decía.
—¿Y si decide echarme como Jefa de Redacción y contratar a otra persona? ¿No te das cuenta de que ese es mi único trabajo? ¿Crees que es tan fácil encontrar otro trabajo a mi edad?
—Vamos, no seas tan dramática —resopló Erin—. Eres muy inteligente y trabajas muy duro todos los días para darme todo lo que quiero. No debería ser difícil para ti conseguir otro trabajo, ¿verdad?