"Humph…
"Mmph…
"Ugh…"
"Argh! ¡Mierda!"
Henry jadeaba.
Estaba sudando por todas partes, y su pecho subía y bajaba mientras levantaba cuidadosamente la barra en su lugar. Estaba en su gimnasio privado en su apartamento.
Puso más discos de peso en la barra, había hecho muchos abdominales y dominadas, destrozado la bolsa de boxeo y corrido más rápido en la cinta. Quería cansarse tanto que dejara de pensar en follar con Kate. Esa mujer era como veneno en su mente, negándose a irse y la idea de ella solo lo ponía más cachondo conforme pasaba el tiempo.
Ya había tenido su liberación anoche, se sentía tan patético porque quería masturbarse de nuevo sólo para sacarla de su mente, aunque sólo fuera por un momento.
Henry revisó sus pantalones y se sintió aliviado de que ya no estuviera tan duro. Era tan incómodo.