—Dahlia, yo... —Marlon tragó nerviosamente—. Su insistencia y terquedad flaquearon una vez que Dahlia lo confrontó. —Lo hice por nosotros. Es tu hijo, y tú vienes de una familia tan prestigiosa. ¿No te daría vergüenza saber que vas a tener a una mujer de oscuro pasado y sin modales para continuar tu legado?
—A mí me gusta —dijo Dahlia—. A pesar de sus defectos, Katherine es exactamente el tipo de mujer que quiero que sea mi nuera. Es tan amable como fuerte. Además, es una excelente madre ¿Qué más quieres?
—Ella no es como nosotros. Nació plebeya —despreció Marlon—. No tenía intención de cambiar su forma de pensar porque este era el idealismo que tenía desde que era joven. —¿Has visto lo que le pasó a nuestra familia? Nos arruinaron por culpa de Penny. Esa puta callejera de baja cuna lo arruinó todo para nosotros, y Katherine también hará lo mismo.
