Kate estaba a cargo de leer todo para asegurarse de que el contrato era seguro. Ya había discutido esto con su departamento legal y había visto el primer borrador del contrato en el pasado. Cuando estuvo segura de que todo estaba correcto y en orden, asintió, le entregó el bolígrafo a Irene primero para firmar y luego a Henry.
—¿Eh? ¿Quieres que firme el contrato? —Henry preguntó sorprendido.
—Obviamente, tú fuiste el que se le ocurrió esa brillante idea —respondió Kate—. Además, tú eres el CEO, tienes más derecho a firmar esto que yo.
Henry no esperaba que Kate renunciara fácilmente al derecho de firmar un documento tan importante para él. Después de todo, él pensaba genuinamente que Kate no lo respetaba como CEO y trataría de dominar la empresa.
Aunque Henry cuestionó la decisión de Kate, firmó obedientemente el contrato con Irene Banks.
Ambas partes sintieron alivio al saber que la adaptación finalmente podría comenzar después de una larga negociación entre las dos partes.