"Henry no podía creer lo que este viejo acababa de soltar. Lo dijo como si fuera algo tan normal como respirar. Aseguró sin pudor, que Katherine, una dama obviamente hermosa e independiente, estaba al mismo nivel que una prostituta que drogaba a un hombre para tener relaciones sexuales con ella, y así poder llevar una vida mejor.
Marlon sabía que la paciencia de Henry ya estaba al límite, y sus palabras le resultaban demasiado.
Pero Marlon sabía que necesitaba transmitir sus puntos de vista, o de lo contrario Henry caería más profundo en su loco amor.
—Lo entiendo. Todavía eres joven e inexperto, por lo que es fácil que esa astuta zorra te manipule para que te entregues —dijo Marlon—. Por eso he sido suave contigo. Aún puedes redimirte en comparación con James, que arruinará la empresa y la reputación de la familia solo por ella.
—¿Redimirme?