"Henry estaba frustrado por la falta de protección que podía ofrecer a su querida madre y a su amada mujer.
De nuevo, este patético sentimiento comenzó a surgir en su interior. Empezó a considerarse inútil y patético.
Pero recordó lo que Kate había dicho antes.
Dijo que debía trabajar duro y convertirse en un poderoso e influyente empresario si quería protegerla.
No tenía sentido alterarse y morir en vano a manos de Marlon.
Así que tomó una profunda respiración para calmarse y preguntó —Entonces, ¿dónde está este escondite? Llegaré allí lo antes posible.
—No puedo decírtelo —dijo Kate—. Marlon podría haber rastreado tu teléfono, y no quiero filtrar información crucial que nos ponga en peligro.
—Oh... tienes razón... —Henry se culpó a sí mismo por caer en el truco más simple. Aunque la posibilidad de que Marlon se infiltrara y rastreara su teléfono era casi nula, no debía ser negligente.