El cuerpo entero de Matt temblaba al ver el fuerte puño que aplastaría su rostro. No podía siquiera retroceder para evitarlo porque tenía miedo hasta la mierda.
Los ojos de Matt empezaron a enrojecerse, y las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos.
Comenzó a llorar y sollozar de miedo, como un niño al que le habían hecho una injusticia.
Henry preparó su postura y estaba a punto de hacer un gancho al mentón de Matt para noquear todos sus dientes, —¡MUERE, PEDAZO DE MIERDA INÚTIL!
—IIIEEEEK!!! —Matt gritó y cerró los ojos cuando el puño estaba a punto de golpear su cara.
Henry detuvo su puño cuando estaba a punto de tocar la cara de Matt.
Quería golpear a este hombre, por supuesto.
Pero era tan cobarde que ya no le parecía bien.
—Tsk, qué cobarde —hizo clic con la lengua—. Deja de llorar, mocosa. Ni siquiera te golpee.
Matt abrió los ojos lentamente y miró a Henry con absoluto terror.