Por supuesto, después de saber que podía quedar embarazada, Kate se mantuvo firme y se divorció de Matt sin pensarlo dos veces porque no tenía más razones para quedarse.
Estaba embarazada del bebé de un hombre inteligente y guapo.
Tenía su propio dinero y también era mimada por el padre de su bebé, que poseía una cantidad absurda de riqueza que Matt nunca vería.
Por último, ya no tenía que preocuparse por su madre. Ya había ingresado a Hilda en un centro de enfermería para ancianos y también había lanzado a su hermana perra al páramo congelado. Sin embargo, Henry dijo que Erin apenas estaba viva porque sufría todos los días.
Pero al final, ella seguía siendo la misma mujer tonta a la que su esposo engañó para hacerla sentirse culpable por su infertilidad.
«Katherine Woods, la idiota mentalmente incapaz de tomar sus propias decisiones porque pensó que podría hacer que funcionara con Matt.»
