Erin se lamentó de no haber conocido a Henry antes en su vida.
Pero estaba bien.
Al menos tenía la oportunidad ahora. ¡Pronto sería la Sra. Grant!
«Me refiero a que~ es obvio que al final Henry será mío», pensó Erin. «Solo míralo. Me cree al instante sin cuestionarme aunque haya mentido sobre todo, jiji~.»
«Apuesto a que él está golpeando a Kate por dentro, ojalá la golpee y patee como lo que Kate hizo conmigo anoche. ¡Eso sería lo mejor!» Erin animó. «Mmm, tal vez un golpe en el estómago también sería bueno. Sería un buen recordatorio de que es solo una perra estéril.»
Mai había estado de pie en el pasillo, observando a Erin, quien se reía como una bruja loca mientras escuchaba a hurtadillas lo que sucedía dentro de la oficina del CEO.
Mai ya sabía que el Sr. Grant probablemente estaba haciendo ruidos para convencer a Erin de que en realidad estaba lastimando a la Sra. Woods.