—También sé que tu familia no es una familia común y corriente —dijo Kate—. Trabajar con tu hermano fallecido ya me mostró suficiente para entender que tu familia es complicada y tiene muchos secretos.
—Por eso debes entender que siempre estaré a tu lado sin importar lo que hayas hecho, siempre y cuando no estés matando a una persona inocente o haciéndome daño —aseguró Kate.
Henry se sintió como un imbécil por mentirle a Kate. Pensó que estaba listo para decir la verdad, para que Kate pudiera dejarlo y vivir una vida mejor y más tranquila sin él. «Pero soy egoísta. No quiero perderte pase lo que pase».
Henry tragó nervioso y asintió, —Nunca te haré daño, Gatita. Lo prometo.
—Eso está bien, entonces ¿quieres que haga algo para ayudarte a relajarte y olvidar tus problemas esta noche? —preguntó Kate—. Ella hizo intencionalmente su voz más dulce porque pensó que Henry quería hacerlo.
Henry soltó una carcajada y respondió, —Solo déjame abrazarte esta noche. No necesito nada más.