"Después de lo que dijo su padre, Sabrina comenzó a preocuparse por sus emociones. Tenía que encontrar formas de controlarlas y sentía que sólo sería posible si se mantuviera alejada de Robin.
Sin embargo, con esta colaboración, tendría que tener en cuenta que estaban destinados a encontrarse más de lo que nunca habían hecho.
—Está bien, también los firmaré.
Cuando estaba a punto de levantarse, sintió un leve dolor de cabeza e incluso bostezó. —Papá, creo que terminaré el día pronto. Me siento muy cansada.
Su padre asintió con la cabeza. Ya lo había notado, pero sentía que ella debería ser la mejor médica para su cuerpo. Debería saber cuándo descansar y cuándo trabajar.
—Una mujer embarazada necesita descanso, ¿has estado tomando tus vitaminas? —preguntó seriamente, Sabrina se sintió culpable pero tampoco podía ocultarlo.
—Me salté dos días.
—¡Sabrina! —exclamó su padre.