—¿Qué es lo que quieren? —Sabrina se obligó a mantener la calma, ya que nunca antes se había enfrentado sola a los medios.
Recordó que las dos veces que tuvo que lidiar con los medios, estaba o con Robin o con Martín.
Ahora que uno de esos hombres la había traicionado y el otro estaba en problemas, era hora de que ella se pusiera de pie por sí misma.
Aria tenía miedo de que si Sabrina lo supiera, dejaría a Robin para siempre. Pero con la presencia de los medios, no pudo ocultarlo.
—¿No lo has oído? No creo que el señor Jewel haría eso. Tal vez alguien lo drogó, —tomó una postura, esperando que Sabrina no entrara en parto prematuro por esto.
—¿Cuánto tiempo lleva corriendo la noticia? —preguntó Sabrina con calma, tratando de medir si la noticia había llegado lejos o no.
Si no lo había hecho, podría enfrentarse a los medios para contrarrestarlo y frenar su difusión. —Como veinte minutos.