—Mi reina, es hora de que vayamos a comprar para nuestra boda. ¿Estás lista? —preguntó él.
Sabrina se tensó ante la pregunta de Robin, ya que ella había creído que la boda tendría lugar después del nacimiento de los gemelos.
—¿Boda? —ella cuestionó.
Los labios de Robin se retorcieron al pensar en sus planes de boda. Todo lo que quería era entender sus preferencias, por eso ideó este plan.
—¿Te olvidaste de tu promesa? —sonrió y preguntó incluso.
Sabrina reflexionó, tratando de recordar lo que podría haber dicho la noche anterior para provocar esta decisión.
—Mencioné que necesitaba tiempo y aceptaste esperar hasta después de nacer los gemelos —reflexionó en voz alta. Robin movió la bandeja a la mesita de noche junto a la cama.