"Sabrina se secó apresuradamente las lágrimas, escaneando su entorno solo para darse cuenta de que todos habían desaparecido.
No podía superar el hecho de que Matilda tenía la intención de terminar con su sobrino o sobrina.
—Estoy bien —logró decir, intentando ocultar sus ojos llorosos a Robin.
Él no podía evitar preguntarse por qué su amiga más cercana se había distanciado.
—No, no lo estás. Por favor, dime qué te pasa —instó con suavidad, guiándola fuera del edificio hacia el coche.
Sabrina no podía quitarse de encima la advertencia de Matilda.
Desde que Robin y Devin se reconciliaron, ¿qué garantía tenía ella de que Robin no se lo contaría a Devin?
La carga se estaba volviendo demasiado pesada para soportarla sola, pero ¿a quién podía confiarle este secreto?
—Realmente estoy bien —forzó una sonrisa, bajando la cabeza.
A pesar de las circunstancias, no quería traicionar a su mejor amiga, que había confiado en ella.