—¿Qué dejó para mí?
Robin vio la curiosidad en sus ojos y sintió un poco de remordimiento.
No podía decírselo todavía e intentó cambiar su atención a otra cosa,
—Dijiste que sus ropas tenían historias.
Los ojos de Sabrina se iluminaron, recordando sus aventuras con su suegro. Para ella, el hombre era su padre y nunca añadía "político" al dirigirse a él.
Comenzó a mover las prendas de ropa una por una hasta que su mano agarró una que le interesó, y sonrió,
—Sí. Esta, se la regalé durante su última Navidad con nosotros. Le gustó tanto que la usó mucho.
Sostuvo otra prenda pero no la quitó del colgador. Era un Lacoste casual negro.
—Esta era algo que compré para ti pero llegaste a casa borracho, así que me molesté y se la di a él. No era para alguien de su edad pero se la puso y se veía tan bien. Recuerdo que nos tomamos una foto juntos.
Robin bajó la cabeza avergonzado cuando vio lo triste que parecía hablar de él estando borracho.