Todo lo que Robin necesitaba era conocer la ubicación exacta de Mara, pero por la seguridad de Sabrina, era bueno dejar que Mara pensara que efectivamente Sabrina murió. Puede que no pasara mucho tiempo para que se descubriera la verdad, pero valdría la pena al final.
—Para que ella crea que ha ganado. ¿Pudiste rastrear el número? —preguntó seriamente, esperando algo positivo.
Daniel negó con la cabeza, pero la determinación se mostraba en su rostro.
—No. Sus llamadas están encriptadas pero no te preocupes, atraparé a ese hacker —dijo con una sonrisa astuta—. Daniel quería resolver esto antes de su cita el sábado, para poder concentrarse en Lizzy. Estuviera donde estuviera escondido ese hacker, estaba decidido a encontrarlo.
—¿Cuándo trabajarás en ello? —preguntó Robin. Necesitaba la información para planificar con anticipación porque, sin importar dónde estuviera ese hacker, Robin también quería estar allí y no quería que nada se interpusiera en su camino.