Sabrina estaba muy molesta, y Devin también. El hecho de que Sabrina estuviera esperando un hijo de Robin no significaba que él tuviera el derecho de estar en su espacio.
Mirando fijamente a Robin, Devin comentó —No uses el embarazo para hacerte hueco en la vida de mi hermana.
—Ya estoy en ella, Devin. Acostúmbrate —Robin ladró—. Estaba cansado de la actitud autosuficiente de Devin. El tipo ni siquiera pudo proponerle matrimonio a una mujer que amaba si Robin no hubiera incitado a Daniel a coquetear un poco con ella.
—Bueno, mi hermana nunca te amará como lo hizo. Tuviste tu oportunidad —Devin provocó—, y efectivamente, golpeó un punto débil en el corazón de Robin que lo llevó a enfrentarse.
—Oh, ¿es sólo por mí o por Martín? ¿No será porque lo quieres para tu hermana ya que él es tu mejor amigo? —preguntó Robin, desafiándolo a negarlo.
Ya que era un secreto a voces, Devin no pudo negarlo y dijo:
—No voy a negar que Martín es una mejor opción que tú.