Zayla fue a ver a su padre al apartamento de su madre ya que no soportaba a Daniel. Se fue con el conductor, que tuvo que regresar al ático ya que Zayla había dicho que no volvería al ático esa noche.
Afortunadamente, su madre estaba durmiendo cuando llegó allí, así que su padre habló cómodamente en el pequeño apartamento.
Su madre tenía una forma de hacerla sentir culpable y en esta coyuntura, no quería eso. Su padre se sorprendió al verla ya que ya era tarde y ella no había llamado para avisarle que iba a venir.
—Zayla, quería llamarte, pero pensé que estarías durmiendo. Entonces, ¿qué haces aquí?
Su padre parecía demasiado feliz como para ser cierto, en contraste con la película que estaba viendo en el televisor. La última vez que hablaron por teléfono, su estado de ánimo era terrible y ella quería evitarlo, pero parecía que había sucedido alguna magia.