—¿Qué le pasó al hombre que me odia? —me pregunto, observándolo atentamente hasta que desaparece de la vista.
No perdiendo el tiempo, me acomodé en la silla giratoria y comencé a ordenar el lío de papeles encima de mi escritorio. Estaba emocionada por nuestra pequeña cita esta noche.
—Deberías haber visto la cara de Scarlet cuando Lucas se acercó a ti después de que terminó la reunión de esta mañana —comenzó Samantha—. Era nuestro descanso para tomar café y estuvimos charlando un rato con una taza de café humeante en nuestras manos. —Parecía un bebé a quien le arrebataron su juguete favorito —agregó, imitando la cara de Scarlet—. Verla casi me hace atragantar con mi café. —Estaba verde de envidia y juro que vi asesinato en sus ojos cuando Lucas te sonrió.
—Lucas y yo solo hablamos de cenar juntos. No es gran cosa, ya sabes —le dije a Samantha, quien a cambio me lanzó una mirada incrédula.