Lucas Nicolás se sentó orgullosamente en su trono —su silla giratoria— como el infame dios del inframundo, Hades.
El escalofriante silencio dentro de su oficina lo envolvía como una capa.
El pitido en su computadora portátil talló instantáneamente un ceño fruncido en su frente. El sonido indica que un nuevo mensaje ha llegado.
Hizo clic en la barra de notificaciones.
Catherine Grace, su prima, la Jefa Interina de la Agencia de Investigación donde trabajaba, le envió un archivo de video.
Estaba a punto de ignorar su mensaje cuando recibió otro, esta vez estaba escrito en letras mayúsculas y en negrita. Decía: MUY MUY IMPORTANTE!
Suspiró profundamente. Se preguntó qué tramaba su prima. Catherine Grace lo molestaba constantemente de vez en cuando con cosas inútiles y decía que eran importantes, aunque no lo eran. Era su forma de decirle que no se esforzara demasiado.