"De repente —él liberó mis labios. Decepcionada, levanté la mirada hacia él mientras salía de la cama. Lo vi desechar su ropa y lanzarla en un montón en el suelo.
Después, volvió a subir a la cama para reclamar mis labios separados —mientras su cuerpo desnudo cubría el mío. Respondo al beso con igual ardor —deseando que el dulce e intoxicante beso durara para siempre.
El beso terminó demasiado pronto solo para que él encontrara otro punto suave de mi cuerpo —que es mi cuello— y lo llenara de suaves besos —antes de deslizarse hacia mi pecho para reclamar un brote rosado con su boca. Mis pies se encogieron de éxtasis —mientras lo succionaba como un bebé vencido por la sed —mientras su pulgar masajeaba el otro brote rosado hasta que se endureció por la sensación cosquilleante.
Mis dedos se enrollaron alrededor de su cabello, jalándolo para impedir que me ahogara en las ondas de un éxtasis descorazonador y impactante.
Dejó de adorar mi pecho solo para separar mis piernas. Un suave gemido escapó de mis labios separados —cuando se posicionó en mi centro y se lanzó hacia adelante. Mis dientes se hundieron en sus hombros —cuando mi cuerpo lo recibió dentro. Mis dedos se clavaron en su espalda —cuando empujó más profundo hasta que mi núcleo —se aferró a su dureza como un guante perfecto. Mis gemidos sin restricciones llenaron las cuatro esquinas de la habitación y sus labios capturaron mi boca para silenciarme.
La habitación se desvaneció, durante un rato, me transporté al espacio y millones de fuegos artificiales estallaron frente a mí cuando alcancé el zenit. Podía sentir su poderoso desahogo —antes de que convulsionara encima de mí.
As se acostó a mi lado. Me acurruqué debajo de él con un suave suspiro de satisfacción. Mis párpados pesados se cerraron por agotamiento.
«Tengo que dejarte ir, Fénix. Quiero que seas feliz, es por eso que estoy haciendo el último sacrificio. Siento mucho si también te he lastimado. Con el tiempo espero que me puedas perdonar. Esa es la única forma que conozco de alejarte para poder superarte.», pensaba.
Sentí sus labios aterrizar en mi mejilla pero no abrí los ojos. «Te amo Fénix.» Lo escuché murmurar antes de que me desvanecí en la tierra de los sueños."
"El sol de la mañana permeando desde la ventana de cristal me despertó. Inmediatamente mis ojos se abrieron de golpe.
—¿Qué hora es? —intenté levantarme pero un fuerte dolor de cabeza golpeó mi cabeza y caí de nuevo en la cama—. Gimoteando, me quedé quieta y esperé que el aumento del dolor remitiera antes de intentar levantarme de nuevo.
Mi cabeza aún estaba latiendo después de sentarme en la cama pero esta vez era más manejable. Sin embargo, mi estómago se sentía mareado y sentía ganas de vomitar.
Mi mirada cayó en la ventana de cristal y descubrí que las persianas habían sido echadas a un lado. Luego, el olor del café que flotaba en el aire captó de repente mi atención. Busqué de donde provenía el olor y descubrí una taza caliente de café negro encima de la mesa de noche. Junto a ella había un vaso de agua y una botella de Aspirina para mi dolor de cabeza.
El pensamiento de que no estaba sola en mi habitación me heló en mis huellas. Inmediatamente agarré la manta y la envolví para cubrir mi cuerpo desnudo.
Mi corazón latía con fuerza dentro de mi caja torácica mientras buscaba a As. No estaba por ninguna parte en la habitación. Sin embargo, el otro lado de la cama estaba revuelto, una indicación de que había dormido en la cama junto a mí.
Recordé haberme terminado la botella de vino tinto anoche y haberme desmayado en la cama. Pero no pude recordar nada después de eso, excepto que me desperté porque sentí que alguien me estaba mirando.
Entonces, la imagen de un hombre y una mujer enredados en una cama, justo en medio del acto amoroso, vino a mis pensamientos y jadeé de shock al darme cuenta de que la mujer que se aferraba al hombre era yo.
—¡No, no podía ser! —mis ojos horrorizados se agrandaron de shock cuando el breve recuerdo de una apasionada entrega de amor regresó—."