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Trinidad
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Los días que no tenía entrenamiento de lobo, tenía entrenamiento de bruja. Fue difícil al principio, pero eventualmente me acostumbré. No me llevó mucho tiempo acostumbrarme al flujo de magia a través de mi cuerpo, pero aún era agotador.
Mover la magia requería mucho esfuerzo y drenaba mucha energía. Estaba más que cansada todos los días que trabajaba con Crawford y Eldrige, pero todavía tenía mucho que aprender. Había muchas cosas que querían y necesitaban enseñarme antes de volver a casa.
Empezamos primero con la magia de escudo. Protegerme a mí misma y a los demás sería algo grandioso, especialmente si me quedaba en la retaguardia de una pelea. Incluso sería útil cuando estuviera al frente de la pelea.
