~~
Trinidad
~~
Ya casi era hora para mi viaje con Reece. Estaba nerviosa, porque no sabía cómo estar sola con él. Solo nosotros dos. Sabía que él se comportaría como su normal (imbécil) Alfa, y eso me haría actuar como mi usual gruñona y sarcástica yo. Sí, esto iba a ser divertido. ¡NO!
Los nervios continuaron sin cesar toda la semana, casi llegando a un pico de fiebre. Eso es, hasta que Vicente me preguntó el jueves si estaba lista para el viaje que íbamos a hacer.
—¿Tú también vas? —le pregunté, confundida.
—¿Nadie te lo dijo? —me preguntó, la conmoción clara en su rostro.
—No, nadie me dijo que alguien venía con nosotros.
—Sería mejor para ti tener un guardia contigo, para cuando el Alfa esté en su reunión o si deseas explorar un poco la zona —habló como si fuera algo obvio, como si yo debería haber sabido esto. Estaba tan aliviada que podría haberlo besado en ese momento.