—¡El Clan Demonio Fang ha sacrificado durante mucho tiempo a las criaturas del Bosque de las Bestias Demoníacas, es hora de que nosotros respondamos!
El Rey Bestia León Tigre tenía solo una frase, una simple, que fue suficiente para despertar respuestas rugientes de las muchas especies diferentes.
—¡Eran enemigos naturales de los humanos, imposible coexistir bajo el mismo cielo!
Especialmente la carne y la sangre humana, que beneficiaba enormemente su cultivo.
—¡Por lo tanto, nadie podía resistir tal tentación!
—A medianoche mañana, todas las especies, ¡atacad al Demonio Fang!
—¡Matar! ¡Matar! ¡Matar…
—Rugir... Rugir, Rugir...
En un instante, el Bosque de las Bestias Demoníacas se llenó de rugidos que hacían temblar la tierra.
—¡Y esta conmoción también hizo temblar el suelo, causando que las bestias salvajes de bajo nivel temblaran de miedo!
Mientras tanto, dentro de la ciudad de la Sala Dai Cao del Clan Demonio Fang.