—Yo... yo tengo tanto frío... —el delicado cuerpo de Grace Floss temblaba continuamente—. Pero yo... estoy tan... tan feliz...
—Porque... porque en este momento, tú... perteneces solo a... solo a mí... —ella forzó las palabras, aterrada de que podría no tener otra oportunidad para decirlas.
¡Incluso ahora, respirar era tan difícil! ¡La fuerza de un zorro demonio de Cuatro Colas, equivalente a un cultivador humano del Reino Trascendente, no era algo que ella pudiera soportar cuando le golpeaba con toda su fuerza!
Oliver Walker entendió que esa tontuela chica nunca pidió mucho, solo estar a su lado, ¡y aún así incluso tal modesta solicitud era algo que él no logró cumplir! ¡Y a menudo, deliberadamente mantuvo distancia de la chica!
—Si... si hay una próxima vida, ¿tú... tú... te casarías... te casarías conmigo? —Grace Floss luchó por hablar porque estaba completamente drenada de energía, ni siquiera teniendo la fuerza para hablar.
