El jefe tenía una mirada afligida pero aún así no se atrevía a rebelarse, solo logró correr hacia la cocina.
—Mierda, ¡esto podría dejarme lisiado!
Sin embargo, mientras todos se abofeteaban en admisión de sus errores, ¡la compostura de Aiden Wilson, Oliver Walker y Grace Floss naturalmente atrajo la atención de todos!
—¡Maldita sea!
—¿No escuchaste lo que dijo el joven maestro?
Un guardia de aspecto feroz avanzó, aullando con todas sus fuerzas.
Luca Curtis permaneció imperturbable, sabiendo que siempre habría algunos coqueteando con la muerte, pero sus finales solían ser extremadamente miserables.
—Ese es tu amo, ¿qué tiene que ver eso conmigo?
Oliver Walker respondió indiferentemente, en realidad también odiaba que la gente hablara a sus espaldas, por lo que al principio no había querido involucrarse, abofetearse era un problema que se habían traído ellos mismos.
¡Pero la tiranía de Luca Curtis no le dejó otra opción que intervenir!
