Lo más importante, Anthony acababa de reaparecer en este país. Por lo tanto, ella volvió esta vez no solo para encontrar a Oliver Walker sino también para vengarse por la empresa.
—¡Me estás mintiendo! —Oliver Walker frunció el ceño.
¡Él la conocía demasiado bien! La primera vez que vio a la niña, ella tenía solo cuatro años. La había visto crecer durante ocho años. La característica más obvia de esta chica era que, cuando le mentía, ¡sus ojos siempre parpadeaban!
—Yo…
Grace Floss frunció ligeramente el ceño. Luego, empezó a llorar de nuevo y jugó la carta emocional. —No estoy mintiendo. Tú... ¡Tú me estás acusando!
¡Las lágrimas estaban a punto de caer!
—¡Está bien, está bien, está bien! —Oliver Walker no pudo evitar decir—. ¡Te he hecho una injusticia!
Quizás esta pequeña no lo había pasado bien en los últimos diez años, por lo que esta pregunta podría haber tocado su tristeza. Por lo tanto, ¡solo podía interrumpir!