Estas palabras no eran solo una advertencia para la generación más joven, sino también una educación para su hija.
La expresión de Mark Thomas era solemne y severa. Incluso había un atisbo de dignidad. Si un empresario solo persiguiera las ganancias, caería en el abismo tarde o temprano.
Había visto a demasiadas personas como ésta y este ánimo justo también infectaba a muchos.
—No se preocupe, señor Thomas. ¡No fallaré en mi misión! —Emilia dijo solemnemente. Después de todo, la persona frente a ella era un verdadero veterano.
En el mundo de los negocios, después de muchos años de arduo trabajo era raro encontrar a alguien que compartiera la misma opinión que él. ¡Esto la hizo aún más decidida a seguir adelante!
Oliver Walker reveló una sonrisa de satisfacción. Si todo el país fuera como Mark Thomas, ¿habría valido la pena su sacrificio? ¡La respuesta era sí, había valido la pena!