"¿Cómo acabas de llamarla?—preguntó Zooey frunciendo el ceño.
"¿Cuñada?"
"¿Ella es la esposa del preceptor del estado?"
"¿Qué opinas?—preguntó George Lee con una sonrisa.
"Bonita, ¿verdad? Todas son mujeres. ¿No os da vergüenza? Mirad vuestro comportamiento. Si fuérais más delicadas, no estaríais solteras! Jajaja…"
Tal broma también añadió un toque de alegría al ambiente deprimente.
"Tú…"
Zooey agitó su puño enfurecida. «Creo que te mereces una paliza. ¡Cómo te atreves a burlarte de mí!»
George Lee mostró rápidamente su debilidad. "Por favor, perdona mi vida. Jajaja…"
"La gran batalla se acerca. ¡No es bueno atacarme! ¡Afecta la moral del ejército!"
La gente alrededor también reía. Habían luchado juntos en las mismas trincheras y se habían abierto camino. Solían bromear frecuentemente.
"Hermano Long, así ¡no conseguirás esposa!"
"Hermano Long no puede conseguir esposa, y nadie se atreve a casarse con Hermana Zooey. ¿No es esto una pareja hecha en el cielo?"