"Pero al siguiente momento, Oliver Walker y Aiden miraron al mismo lugar.
Porque... ¡Había una fuerte intención de matar a su alrededor!
—Bang bang bang...
—Hooo...
En el siguiente segundo, la bomba explotó, y la luz que emitió iluminó instantáneamente la noche.
Afortunadamente, Aiden había elegido un lugar sin nadie alrededor. De lo contrario, el bombardeo habría causado bajas.
—¡Cuidado! ¡Vienen! —gritó Aiden al instante.
Oliver Walker se quedó de pie en la oscuridad y sonrió.
—Yo tampoco puedo atacarles —dijo Aiden—. ¿Qué debería hacer ahora?
Desde que había regresado al país, no podía seguir matando a diestra y siniestra como lo hacía en el extranjero. A partir de ahora, era solo una persona común y corriente y no el rey mercenario de Sangre Demoníaca.
—¡Tienes que matarlos!
