—¡Ahhhhh!
En el siguiente instante, Emilia abrió la boca y mordió la mano derecha de Arnold Frost que estaba a punto de golpearla.
—Sorprendido, Arnold Frost lanzó un grito agudo.
—Sólo pudo soltar el agarre en el cuello de Emilia.
—Hu hu hu…
Emilia, que finalmente pudo coger aire, logró respirar y su sangre comenzó a fluir de nuevo sobre su hermoso rostro.
Después de que su respiración se calmó, comenzó a jadear pesadamente.
—¡P*ta!
Arnold Frost primero miró la marca de mordida sangrienta en su brazo, luego fulminó con la mirada a la desaliñada Emilia. Instantáneamente se volvió bestial. —Te tendré bajo mi cuerpo.
—Estaba furioso.
Como hombre, casi cayó en manos de una mujer. ¿Cómo podría tolerar esto?
—¡Estás buscando la muerte haciendo esto!
—Mi esposo te hará lamentar esto —dijo Emilia enojada.
—Eso es.
¡Ella conocía muy bien el temperamento de Oliver Walker!