—Sí...
La comisura de los labios de Emilia se contrajo, —Él vino a visitarte.
No quería destruir la imaginación de Olivia de su padre.
Entonces, esto era una mentira, una mentira piadosa. A menos que hubiera un día en que este hombre a su lado le permitiera sentir que podría ser un padre responsable.
¡De lo contrario, reunirse no les haría ningún bien!
Hubo un ligero cambio en los ojos de Oliver. Desde lo más profundo de su corazón, no quería mantener una distancia tan lejana de su propia hija, pero Emilia ya expresó su opinión. ¿Qué más podía hacer?
Se forzó a sonreír en su rostro mientras sacaba el peluche de cordero, —Olivia, mira. ¿Te gusta?
Si Emilia no se lo hubiera dicho, él no sabría lo que le gustaba a su hija.
Cuando Olivia vio el enorme peluche, sus ojos se llenaron de alegría, —¡Me encanta!
Los ojos de Emilia fueron los únicos que se volvieron fríos. No quería que este hombre se acercara demasiado a su hija.
—Este es un regalo de mí para ti como recompensa.